Malaspina, antes de la final de la Copa Argentina: “Tenemos que ir a buscar lo que tanto nos merecemos” :: Olé

Si recurriéramos a una frase hecha para describir la semana que vive el mundo Argentinos, diríamos que se respira una “tensa calma”. Pero lo cierto es que la tensión no existe. O, al menos, eso se percibe en los pasillos del Centro de Fútbol Profesional donde concentra el plantel de Nico Diez. Cada rincón murmura serenidad. Pura calma. En el gimnasio, los jugadores ríen; los dirigentes, cercanos al plantel, comparten mates y bromean con ellos. Claramente hay ansiedad: en apenas dos días el equipo jugará la final de la Copa Argentina ante Independiente Rivadavia, buscando volver a bordar una estrella luego de 15 años. Sin embargo, la tranquilidad es el hilo que une cada gesto, cada palabra. Es la paz de un equipo que aprendió a sufrir y ahora elige disfrutar un presente ganado a costa de lágrimas de sangre. Porque, si bien todavía no se consagró campeón, ya rompió la pared que tantas veces lo dejó a las puertas: después de 40 años —donde jugó nueve semifinales y las perdió—, el Bicho volvió a situarse en la antesala de un partido por el título. El último había sido, ni más ni menos, que la final de la Libertadores que ganó en el 85.
Y ese cúmulo de sensaciones positivas se refleja en el rostro de su presidente, Cristian Malaspina, quien, a horas del pitazo inicial, se emociona al recorrer los 10 años que lleva al mando del club. En diálogo con Olé, recuerda aquellos momentos en los que su gestión debió afrontar una deuda de 20 millones de dólares y todo lo que tuvo que atravesar para convertir al Bicho en un club modelo: con superávit de 4 millones de dólares, un estadio en plena construcción de su cuarta tribuna, un plantel 100% propio que se entrena en un nuevo predio —financiado gracias a las ventas de Nico González y Alexis Mac Allister— y resultados deportivos que acompañan. En la antesala de la final, solo le queda hacer lo que está haciendo: prenderle velas a un Maradona que, según afirma, “sin dudas estará presente en la final”. Y, por supuesto, confiar: “Siento que tenemos que estar tranquilos: ir, jugar, ganar y buscar lo que es nuestro. Lo que tanto nos merecemos y queremos disfrutar”.
-¿Estás pudiendo dormir?
-Más o menos, ja. Estoy cansado pero feliz, ja. Cansa el estrés de estar organizando una final y que salga todo bien, que la gente pueda ir cómoda y que todos podamos disfrutar de este momento único. La verdad es que estoy muy contento, ansioso y confiado…
-Aparte Argentinos llega bien…
-Llegamos muy bien a jugar esta final. Que se haya jugado tan rápido es positivo porque nos asegura no tener lesionados, dejando a un lado la posibilidad latente de no tener a un jugador clave. Y, además, el equipo está bien: había terminado el partido con Belgrano y queríamos jugar al día siguiente. Ahora hay que ir y ganar, hacer un buen partido y coronar lo que tanto soñamos.
-Se te nota con mucha tranquilidad.
-Pese a la ansiedad, hay un clima de mucha tranquilidad, eso es muy importante. Están todos muy convencidos de lo que hay que hacer. Ahora queda ir a jugar el partido, por eso está bueno que se juegue rápido: no queríamos pelear el Clausura estando pendientes a una final y corriendo el riesgo de perder jugadores.
-¿Por eso le agradecieron a la Copa Argentina por la organización y sede en las redes del club?
-El agradecimiento a Copa Argentina es porque ellos son una empresa privada que buscan ganar plata. Y todos sabíamos que ir a San Luis era la posible sede porque para ellos no iba a tener costo de organización, lo costeaba el gobierno de la provincia. La organización priorizó el pedido de ambos clubes de ir a una cancha que sea cómoda para la gente, teniendo la posibilidad de que haya hoteles y de ir en avión. Una cancha en la que la policía esté acostumbrada a organizar un partido de fútbol porque, lamentablemente, en San Luis no es así y ellos priorizaron el pedido de los clubes en pos de la gente en vez de ganar plata.
-Entonces el agradecimiento fue porque pensaron en la gente…
-Claro. Copa Argentina es una empresa que busca ganar dinero y priorizó el pedido de los clubes, por eso me parecía adecuado el agradecimiento.
-En tu gestión, hasta esta final, Argentinos llegó a cinco semifinales y perdió las cinco: ¿Será este el momento de dar el salto?
-Nos quedamos nueve veces en la puerta… Es mucho. Por eso la alegría de superar esta etapa y estar a nada de coronar un sueño que hace 10 años de gestión estamos esperando.
-En tus redes sociales, luego del pase a la final, usaste la famosa frase “Romper la pared” de Di María: ¿De todas formas te deja satisfecho el pase a la final?
-Sí pero no alcanza, ja. Es un paso más pero no me puedo conformar con eso. A este club lo caracteriza crecer y no relajarse: en lo deportivo es lo mismo. Esto puede ser el puntapié para muchas otras cosas. Estamos muy entusiasmados con eso… No quiero hacer comparativas, pero la tengo que hacer: Vélez antes de Bianchi, en 1968, había ganado un sólo campeonato. Y siento que a nosotros con Nico (Diez) nos tiene que pasar lo mismo… Este es el puntapié inicial.
Argentinos Juniors –
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-Esta final puede ser la puerta para que…
-(Interrumpe con firmeza) No tengo dudas. Siempre lo primero es lo más difícil. ¿Viste esos partidos en los que tiene que entrar un gol para que entren todos? Bueno, esto va a ser igual. Ganar esta final sería la puerta de entrada de muchas otras alegrías.
-Aparte, la oportunidad de coronar, llega estando en la recta final de tus 10 años de gestión: ¿Imaginabas esto?
-Sería la frutillita del postre. Hermoso. Es una gestión que tiene un ADN que lo supe transmitir a los chicos que estamos en el grupo dirigencial. Somos un grupo de amigos que arrancamos en 2015 y los que tenían 15 ahora tienen 25 años: son las generaciones que se vienen a nivel dirigencial. Y creo que los más grandes pudimos inculcarles la forma de gestionar del club, lo que está bien y lo que está mal.
-¿Pensás seguir ligado a la política del club?
-A futuro me veo gestionando ese espacio como un referente, sea o no el presidente. Ayudando o no al club en todo momento.
-(Llora) Sí, porque llegar hasta acá fue muy duro. Y es soñado. Es una semana muy difícil y emotiva.
-¿No ves lo que es esto? Mirá. Están todos acá, no duerme nadie, vienen al predio, quieren estar todos en el club. Y esa es una forma de estar juntos. Siempre recuerdo que en 2017 no teníamos ni para pagar los sueldos y estos mismos chicos cubrían la puerta del club para que pudieran entrar los socios porque no teníamos ni seguridad privada. Fue mucho el esfuerzo. Nos lo merecemos y siento que tenemos que ir a buscar esto que es nuestro: ganar y festejar. Perdón. (Se seca las lágrimas) Me emocioné, ja.
-Hace poquito subiste una foto en el Vaticano con la camiseta de Argentinos: ¿Fuiste a pedir por esto?
-Algo pedimos, ja. Uno se agarra de todo y el Vaticano es un lugar de mucha energía, así que aprovechando un viaje que tuve fui a la misa a bendecir la camiseta y pedir por un par de cuestiones…
-Acá está el Diego por todas partes: ¿Con él existe esa conexión espiritual en la previa de una final?
-Sin dudas. Mi familia es muy maradoniana, lo vieron a él de chiquito y estuvieron muy cerca de él. Siempre cuento la misma anécdota: el día que gané la elección en Argentinos, en 2015, el primer llamado que recibí fue el de Diego. Él tenía esa magia. También cuando peleábamos el descenso, él estaba en Dubai y estaba muy pendiente de Argentinos y cuando se va Carlos Mayor (en 2016), quise traerlo para que dirigiera porque sentía que podía dar ese golpe de timón para no descender en ese momento.
-¿Y por qué no se pudo?
-Por un problema contractual de él. Pero bueno, después toda esa energía nos la dio Heinze un año después. Esa fue una época muy dura que me gusta analizarla porque nos dio fuerzas para construir el Argentinos que hoy estamos viviendo.
-Seguro que Diego va a estar presente en la final…
-¿La presencia de López Muñoz en el equipo te acerca a ese Diego que siempre quisiste tener en Argentinos?
-Hernán se fue de muy chiquito del club y repatriarlo siempre fue un deseo por el sentimiento que tiene por Argentinos y lo que significa su familia para el club. Cuando tuvimos la posibilidad de ir a buscarlo a Estados Unidos, fuimos muy firmes y convencidos para cumplir el sueño de poder tenerlo en Argentinos. Cuando lo traje hace seis meses estábamos hablando del sueño de jugar una final, y hoy estamos a pocos días…
-En un fútbol argentino en el que hay clubes que gastan cifras exorbitantes de dinero por jugadores, pero Argentinos con poco logra mucho: ¿Cuál es la receta para conseguir eso?
-Argentinos se basa mucho en su Secretaría Técnica y de Scouting. Cuando me junto con Raúl Sanzotti (Secretario Técnico), él ya sabe qué presupuestos manejamos y prácticamente jugamos de memoria. Hoy ya sabemos cuáles son los jugadores que posiblemente vendamos en diciembre por los llamados que tenemos, entonces ya empezamos a trabajar en ver cuáles son los jugadores que reemplacen esas posiciones.
-Comprar barato, potenciar y vender caro: ¿Esa es la fórmula?
-Exacto. Por decir un caso emblemático, nosotros teníamos a Ávalos y cuándo lo vendimos parecía que se acababa el mundo. Pero luego vino Gondou, y cuando lo vendimos pasó lo mismo. Y ahora está Tomás Molina, seguramente si en diciembre lo vendemos va a parecer que se acaba el mundo, ja. Pero bueno, eso es parte de lo que tiene que hacer este club: vender y traer jugadores más baratos y que rindan lo mismo. Esto no es magia: es un club ordenado, un una estructura ambiciosa que se sostiene con ventas.
-Estamos en un fútbol argentino donde varios clubes están atravesados por problemas institucionales (deudas, inhibiciones, etc.): ¿Cuál es el secreto de un Argentinos con superávit, plantel propio, resultados deportivos y obras en todos los predios?
-Considero que, como primera medida, la unidad política en un club es fundamental. En un club como el nuestro donde hay tantos problemas, peleamos contra gigantes y si encima el club está dividido, se hace imposible. Creo que el factor común en esos casos es que no está ordenada la política. Seguro. Después, tener en claro un camino sin desviarse: convicción. A veces los resultados no se dan, pero si uno tomó la decisión convencido hay que bancarlo y seguir para adelante. Y después, saber manejar la economía: comprar por uno, vender por dos. Gastar 0,50 y que te quede 0,50 de ganancia. Saber endeudarse: no está mal endeudarse, pero hay que saber endeudarse.
-Exactamente. Es parte de un combo. Hay que tener en claro la importancia de lo deportivo: en Argentinos, si bien somos un club social, el nuestro motor para hacer crecer el club es lo deportivo, eso tiene que estar sano y ser rentable. Vos tenés que tener el activo vigente, que son el contrato de los jugadores para que cuando uno se destaque, poder venderlo y que eso sea un ingreso. Sino es muy difícil, no hay magia en esto.
-¿Cómo es el contrato por productividad con el que pagan sueldos?
-Ese esquema nos sirve para que los más chicos estén contentos. Pasa que, como en el fútbol dos más dos es cuatro, a veces el mejor refuerzo no juega y la rompe un pibito del club. En su momento nos pasaba que quizás, ese chico que la rompía, sólo ganaba el básico y el que habíamos traído y no jugaba mucho más. Este contrato por productividad hace que el que juega cobra un poco más, y el que no juega, un poco menos. Si bien es por productividad, los más grandes no cobran el básico; pero el variable equilibra los salarios de los titulares.
-En torno con la economía del club: hace algunos meses, luego de un partido de Argentinos, se viralizó la imagen de unos empleados del club yendo a buscar una pelota desviada a la casa de los vecinos de La Paternal. ¿Eso enorgullece puertas adentro?
-Y sí, cada pelota vale 400 lucas, ja. Si perdés tres pelotas, por ahí estas perdiendo el sueldo de un utilero. No es chiste. Ser austero y cuidar los activos del club (aunque sea una pelota), es parte del ADN de nuestra gestión.
Argentinos Juniors –
La insólita secuencia que se vivió en Argentinos – Estudiantes
-Cada pesito terminó contribuyendo a los u$s 4M de superávit.
-Un año más. Desde que asumimos tuvimos todos los años con superávit.
-¿Uno de los logros más grandes de tu gestión fue no venderle a River a Nico González y Alexis Mac Allister?
-Fue una decisión muy acertada en un momento imposible para gestionar. Era el 2016 y nosotros teníamos una deuda de u$s 20.000.000. Rodolfo D’Onofrio nos quería comprar 15 jugadores a u$s 1.500.000. Recuerdo que, en aquel momento, con u$s 50.000 pagábamos un aguinaldo, imaginate lo que era todo ese dinero. En ese paquete estaban Nico González, Alexis, Fausto Vera, Fede Redondo, Esteban Rolón… Todos los jugadores que vendimos después.
-La lista estaba muy bien hecha. En aquel momento dijimos que no y terminamos vendiendo un terreno que tenía el club en desuso por u$s 700.000: pagamos sueldos, nos empezamos a acomodar y nos quedamos con todos esos jugadores que, años después, triunfaron.
-¿Cuántos micros van a sacar a la final?
-Más de cien. Entre 100 y 120.
-Los micros los costea el club en beneficio del socio: ¿cierto?
-Exacto. Hoy lo podemos hacer, es un mimo al socio que paga la cuota todos los meses. Invertir 150 o 200.000 dólares en esto, es parte de la función social que tenemos. Entre el club y los sponsors que colaboran para esta actividad social, podemos llevarlo a cabo. En nuestro estatuto, la función social del club es el punto número uno, no es que estamos arriando a la gente para ir a la cancha. Los que suben a los micros son hinchas que pagan la cuota, se merecen ir a una final y el club estará ahí para ayudarlo.
-Tenés un vínculo constante con el socio, te sentás a hablar cara a cara, algo que casi no se ve en otros clubes…
-A mí no me gusta hablar de otros clubes, pero esto es algo que siempre hice. No tengo por qué no sentarme a hablar con gente que conozco y son amigos de mi familia. A mí me gusta hacer reuniones entre 200 y 300 socios, nadie graba nada y charlamos cara a cara sea la situación que sea.
-¿Promesa de Malaspina antes de la final?
-Siempre hay promesas. Ojalá las pueda cumplir. Hay que estar tranquilo y saber disfrutarlo, es una semana linda para disfrutar.
Fuente: www.ole.com.ar












